En medio de 13 hectáreas de bosques y prados, disfrutará de la calma de Bellamant. Podrá refugiarse en las numerosas áreas de descanso, pasear por los senderos de nuestros bosques, perder la mirada en los valles de las estribaciones pirenaicas hasta donde alcanza la vista, soñar bajo un roble centenario, observar a los corzos que cruzan los campos, a nuestros caballos en los prados...
Por la noche, el cielo estará libre de toda luz artificial, en un silencio catedralicio.